Jennifer Lopez está siendo demandada por el fotógrafo Edwin Blanco y la agencia BackGrid USA por presuntamente publicar en sus cuentas de Instagram y X dos fotografías de sí misma tomadas por Blanco fuera de un evento en Los Ángeles, el 4 de enero. Según las demandas federales presentadas el 17 de mayo, Lopez utilizó las imágenes sin obtener la licencia correspondiente, lo que habría permitido su difusión por páginas de fans y marcas de moda.
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El abogado Peter Perkowski, representante de Blanco y BackGrid, argumenta que el uso no autorizado de las imágenes por parte de Lopez tiene naturaleza comercial, asegurando que la artista las utilizó para promocionar su vestimenta y accesorios, aprovechando la visibilidad del evento para promover sus asociaciones de marca.
Las demandas también señalan que, tras una notificación inicial sobre la infracción, se llegó a un acuerdo verbal que Lopez no cumplió, ya que no firmó un acuerdo escrito ni realizó el pago acordado. Además, se menciona que la cantante ya había sido demandada anteriormente en 2019 por un caso similar, lo que indica un patrón de conducta que podría agravar la situación legal actual.
BackGrid y Blanco acusan a Lopez de violación deliberada bajo la Ley Federal de Derechos de Autor, lo que podría resultar en daños de hasta 150,000 dólares por cada foto. Hasta el momento, los representantes de Lopez no han respondido a las solicitudes de comentarios sobre las demandas.
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