La inflación continúa dejando su huella en los bolsillos de las familias mexicanas, con incrementos en productos de consumo cotidiano como el tomate y el azúcar, entre otros. De acuerdo con el último reporte oficial, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un aumento de 0.17 % en la primera quincena de diciembre de 2025, con una inflación anual de 3.72 %.
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Tomate y azúcar suben de precio por inflación en México
El alza de precios no ha sido homogénea. Mientras algunos bienes y servicios moderan su ritmo, otros —como alimentos clave— han experimentado aumentos que reflejan tanto factores de oferta y demanda como presiones inflacionarias específicas en mercados locales y nacionales.
Entre los productos que han registrado incrementos notorios figuran el tomate, ingrediente básico de la cocina mexicana, y el azúcar, presente en una amplia gama de alimentos y bebidas. El comportamiento de estos precios responde, en parte, a variaciones en producción, condiciones climáticas y costos de insumos que impactan su oferta y distribución.
El aumento en el precio del tomate y del azúcar contribuye a que los hogares deban destinar una mayor proporción de su presupuesto al consumo básico, especialmente cuando se trata de preparaciones cotidianas como salsas, guisos o postres, que dependen de estos insumos.
¿Cómo impacta el incremento de precios de alimentos y productos en las familias mexicanas?
Los incrementos en precios de alimentos y productos de consumo habitual se traducen en un mayor gasto al hacer la compra, lo que puede agravar la percepción de presión económica entre las familias.
Aunque la inflación general se ha mantenido dentro del rango objetivo del Banco de México, ciertas alzas puntuales —como las del tomate y el azúcar— hacen sentir la inflación de manera más directa en la vida diaria de los consumidores.
Economistas señalan que la inflación en alimentos suele ser más volátil que la general, ya que depende de factores estacionales, condiciones productivas y dinámicas de mercado que pueden variar rápidamente. Esto implica que, aunque el índice general de precios se modere, algunos bienes específicos pueden seguir presentando aumentos.
Ante este panorama, los expertos recomiendan monitorear el comportamiento de los precios de la canasta básica y considerar estrategias de compra que ayuden a amortiguar los efectos de estos incrementos, como comparar precios, aprovechar ofertas y ajustar el consumo hacia productos con menor volatilidad.
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