Turistas que visitaron Acapulco durante el reciente periodo vacacional denunciaron cobros excesivos en playas como La Roqueta, Puerto Marqués y zonas de la franja Diamante. Lo que comenzó como un viaje de descanso terminó en molestia cuando afirmaron que los precios de alimentos, bebidas y renta de mesas o sillas se duplicaban sin previo aviso. Algunos mencionaron que una cerveza podía llegar a costar hasta 90 pesos, mientras que la renta de mesas variaba de 150 a 300 pesos según el punto de la playa.
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Las quejas no sólo provinieron de visitantes foráneos, sino también de turistas locales, quienes coincidieron en que cada año los precios suben más, haciéndoles difícil disfrutar de espacios públicos que deberían ser accesibles. Muchos expresaron que la situación se ha “normalizado”, al grado de que antes de ir a cualquier playa deben preguntarse cuánto dinero extra tendrán que gastar por servicios básicos.
Aunque autoridades municipales reconocieron el problema, señalaron que los cobros excesivos no son de su competencia, lo que deja a los turistas sin una vía clara para presentar denuncias. Ante ello, los visitantes pidieron evitar que estas prácticas se sigan tolerando para que Acapulco continúe siendo un destino accesible y justo para todos.
Con información de Diana Morales, Fuerza Informativa Azteca.
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