Investigadores de la Universidad de Stanford descubrieron que las proteínas de la sangre pueden revelar la edad fisiológica de una persona, lo que puede indicar si el envejecimiento se está acelerando o si el cuerpo se mantiene más joven; sin embargo, determinar cuándo se comienza a ser considerado “viejo” es relativo, ya que depende del ímpetu de cada persona.
El equipo que lideró la investigación publicó el estudio en la prestigiosa revista Nature Medicine; el análisis consistió el plasma de más de 4 mil de entre 18 y 95 años, identificando mil 379 proteínas cuyos niveles variaban significativamente con la edad.
De las proteínas, con tan sólo un conjunto de 373 fue suficiente para predecir con precisión las edades de los participantes.
Los resultados del estudio revelaron tres puntos de inflexión distintos en el ciclo de vida humano, que ocurren en promedio a las edades de 34, 60 y 78 años.
Estos puntos representan momentos en los que la cantidad de proteínas en la sangre muestra cambios notables en abundancia.
Los hallazgos también sugieren que hombres y mujeres envejecen de manera diferente: casi dos tercios de las proteínas predictivas de edad son más significativas para un sexo que para el otro.
Esto respalda la importancia de considerar el sexo como una variable biológica en la investigación médica.
Si bien este estudio se centra en la investigación básica, sus resultados podrían tener aplicaciones clínicas en el futuro, ya que podrían ayudar a identificar a las personas en riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la edad y también a evaluar el impacto de los medicamentos en el envejecimiento del organismo.
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¿Cuándo somos realmente viejos?
El concepto de vejez no es algo que esté establecido, por lo que es difícil determinar a qué edad empieza a llegar esta etapa de la vida.
Muchas personas que son jóvenes se sienten o creen viejas, y personas viejas que se sientes jóvenes, generalmente, por lo que se trata de una cuestión de autopercepción.
Lo cierto es que el envejecimiento biológico tarde o temprano llega a todos y queda reflejado en la apariencia del cuerpo, pues el cabello y la piel lentamente se van transformando, dando paso a las canas y arrugas.
Sin embargo, los científicos los científicos llegaron a una conclusión de que se es oficialmente viejo a partir de los 34 años, que es cuando se empiezan a notar las diferencias en las proteínas en la sangre.
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