El Guajolocombo ese desayuno que quema más de lo que piensas… aunque tú no corriste ni un paso. Una icónica combinación callejera torta de tamal en bolillo acompañada de un atole representa un verdadero festín calórico, que sumando todo lo que contiene puede superar las 1 000 calorías en una sola comida.
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¿Cuánto aporta realmente?
- Según datos de instituciones de salud, un tamal con carne aporta alrededor de 510 kcal, más 183 kcal del bolillo y 216 kcal de un vaso de atole con azúcar un total aproximado de 909 kcal.
- Hay versiones incluso más extremas que estiman que el guajolocombo puede elevar el contenido calórico hasta las 1 080 kcal.
- En el caso más conservador, algunas estimaciones señalan que solo con un tamal, bolillo y atole ya se acumulan 680 kcal.
¿Tres maratones en una mordida?
Se ha popularizado decir que ese desayuno equivale a correr tres maratones… sin despeinarse . Si bien es una frase que busca impactar y transmitir la magnitud del asunto, sí nos alerta de que se trata de una carga calórica considerablemente alta.
¿Qué impacto tiene en tu cuerpo?
Este combo no solo carga calorías, sino también grasas saturadas, carbohidratos simples y azúcares refinados. ¡Y con muy poca fibra! Esa combinación se puede traducir en:
- Picos de glucosa en sangre y presión al páncreas. Si esto se repite, se corre el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y eventualmente diabetes tipo 2.
- Ganancia de peso, aumento de colesterol, síndrome metabólico… en resumidas cuentas: salud en jaque.
¿Entonces? ¿Se puede saborear sin culpa?
Claro que sí, con mesura. Los expertos aconsejan disfrutar del guajolocombo de forma ocasional, no diaria. Si quieres algo parecido, pero más equilibrado, considera:
- Disfrutar solo el tamal acompañado de café o té sin azúcar en lugar del atole.
- Elegir desayunos que integren proteína, fibra, verduras y carbohidratos complejos como avena con frutas, huevos con verdura o yogurt con cereales sin azúcar.
En resumen…El guajolocombo es una delicia antojadiza, pero también una auténtica bomba calórica. Más que tres maratones, es una señal clara de que es momento de equilibrar el desayuno. Disfrutarlo con prudencia es la clave para cuidar tu salud sin renunciar al sabor.
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