Cuidar la piel no se limita a una preocupación estética. Se ha convertido en una forma de autocuidado consciente y respetuosa con los procesos naturales del cuerpo. Así lo plantea la Dra. Guadalupe Villa, médica especializada en rejuvenecimiento facial y estética no invasiva, quien propone una guía clara y realista sobre cómo tratar la piel según la etapa de la vida.
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Lejos de seguir modas o tendencias pasajeras, su propuesta invita a observar y responder a lo que la piel necesita en cada momento, sin forzarla ni alterarla. Porque, como ella señala, la piel no miente: comunica cansancio, exceso de sol, falta de hidratación… y lo hace desde muy temprano.
¿A qué edad empezar a cuidar la piel?
No hay una edad mágica. La piel empieza a “hablar” incluso en la adolescencia, con acné, resequedad o manchas. Lo importante es aprender a observarla y comenzar cuanto antes con una rutina que no intente corregir obsesivamente, sino prevenir y nutrir. Iniciar los cuidados de manera consciente puede marcar la diferencia a largo plazo y evitar intervenciones más agresivas más adelante.
De los 20 a los 30: cómo cuidar una piel que aún luce perfecta
Entre los 20 y los 30: prevenir es el secreto Aunque la piel aún luce tersa y firme en esta etapa, no está exenta de agresiones externas. La contaminación, el estrés y la radiación solar ya empiezan a dejar su huella. Por eso, el objetivo aquí es conservar lo que está bien:
- Limpiezas profundas con microdermoabrasión o láser suave para mantener los poros limpios y la piel uniforme.
- Aplicación de boosters hidratantes para preservar la luminosidad natural y evitar la aparición de líneas finas.
- Tratamientos con Ultherapy de baja intensidad, que ayudan a mantener la firmeza estimulando colágeno de forma no invasiva.
Entre los 30 y los 40: mantener lo firme y activar lo que empieza a cederA medida que la piel pierde elasticidad, aparecen las primeras líneas marcadas y zonas menos definidas. Aquí, los tratamientos ya buscan sostener la estructura natural del rostro:
- Morpheus8, un procedimiento que une microagujas y radiofrecuencia para mejorar firmeza, textura y contorno.
- Bioestimuladores como Sculptra o Radiesse, que activan el colágeno de manera progresiva y duradera.
- Uso controlado de toxina botulínica, no para congelar los gestos, sino para suavizar las líneas de expresión respetando la naturalidad.
Después de los 40: regenerar, redefinir, revitalizar. En esta etapa, la piel necesita más que prevención: requiere revitalización profunda. Las prioridades cambian y los tratamientos también:
- Ultherapy PRIME, una alternativa sin cirugía para lograr efecto lifting a través de ultrasonido focalizado.
- PDRN (una sustancia regeneradora obtenida del ADN del salmón), que hidrata, mejora el tono y regenera el tejido.
- Combinaciones como la técnica “glass skin”, que integra Ultherapy, Morpheus8 y bioestimulación para obtener una piel más lisa, uniforme y luminosa.
El verdadero cuidado no es una carrera contra el tiempo
Más allá de cualquier tratamiento, el enfoque de la Dra. Villa es claro: cuidar la piel es una forma de estar presentes en nuestro cuerpo sin forzar el cambio. No se trata de parecer alguien que no somos, sino de permitir que nuestra piel nos acompañe con salud y dignidad en cada etapa de la vida.
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