Un día como hoy, pero en 1997, el huracán Paulina azotó con fuerza las costas de Guerrero, dejando una profunda herida en la historia de Acapulco. Con ráfagas de viento de hasta 215 kilómetros por hora y 411 milímetros de lluvia en menos de 24 horas, Paulina causó una devastación sin precedentes.

Las autoridades de aquel entonces confirmaron la muerte de más de 400 personas, miles de familias quedaron sin hogar y la ciudad prácticamente quedó bajo el agua. La infraestructura colapsó: puentes, carreteras, vuelos y servicios básicos quedaron completamente paralizados, y las pérdidas económicas superaron los 7.500 millones de pesos.

Hoy, 28 años después, Acapulco no solo recuerda la magnitud del desastre, sino también la solidaridad y resiliencia de su gente, que se unió para reconstruir el destino turístico. Paulina sigue siendo un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y de la importancia de estar preparados ante futuros fenómenos.

Fuerza Informativa Azteca.

A 28 años del huracán Paulina: La tragedia que cambió para siempre el rostro de Acapulco