El hambre puede ser la razón de tu mal humor y ansiedad, según científicos.

¿Alguna vez te has sentido irritable, ansioso o frustrado sin razón aparente? La causa podría estar en tu estómago. Cuando sientes hambre, tu cuerpo experimenta una serie de cambios químicos que pueden afectar tu estado de ánimo.

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Cuando no comes, tu nivel de azúcar en la sangre baja, lo que desencadena una respuesta de estrés en tu cuerpo. Esto provoca la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina, que te preparan para la “lucha o huida”, y a la vez te causan irritabilidad, ansiedad y frustración.

Además, si tu estómago está vacío, el cerebro no recibe los nutrientes que necesita para producir neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que son cruciales para regular el estado de ánimo y el bienestar.

Para evitar los efectos negativos del hambre en tu estado de ánimo, puedes seguir estas sencillas recomendaciones:

• Comer a intervalos regulares: Mantén tu nivel de azúcar en la sangre estable comiendo comidas balanceadas a lo largo del día.
• Prioriza los nutrientes: Incluye en tu dieta frutas, verduras y granos enteros.
• No te saltes las comidas: Evita el ayuno prolongado.
• Hidrátate: Bebe suficiente agua.

En resumen, mantenerte bien alimentado no solo es bueno para tu salud física, sino que también es clave para tu bienestar emocional.

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