El cáncer de pene es poco frecuente, pero no por ello menos relevante. Informarnos ayuda a derribar tabúes y facilita la detección temprana, clave para lograr tratamientos exitosos y preservar la salud. Te explico lo esencial, paso a paso.
¿Qué es y qué tipos existen?
El cáncer de pene es un tumor maligno que generalmente se origina en la piel del pene, especialmente en el glande o prepucio, y casi siempre se presenta en forma de carcinoma de células escamosas, que representa cerca del 95 % de los casos. También existen formas menos comunes como el melanoma, carcinoma basocelular, adenocarcinoma o sarcoma.
¿Quiénes están en mayor riesgo?
Aunque cualquier persona puede desarrollarlo, los factores que incrementan el riesgo incluyen:
- Edad avanzada, especialmente hombres mayores de 50 o 60 años.
- Infección por VPH, principal factor de riesgo.
- Falta de circuncisión o presencia de fimosis, que dificulta una buena higiene.
- Higiene íntima deficiente, lo que puede provocar acumulación de esmegma y favorecer inflamaciones crónicas.
- Tabaquismo, que contribuye al daño celular.
Síntomas del cáncer de pene. La detección temprana inicia con reconocer señales importantes:
- Llagas, úlceras que no cicatrizan o protuberancias, especialmente en el glande o prepucio.
- Cambios en la piel: coloración, textura, engrosamientos o erupciones persistentes.
- Secreción o mal olor desde el glande o bajo el prepucio.
- Bultos en la zona inguinal, que pueden indicar diseminación a los ganglios linfáticos.
- Sangrado, dolor al orinar o durante la erección, y pérdida inexplicable de peso, especialmente en etapas avanzadas.
Aunque estas señales pueden estar relacionadas con condiciones menos graves, es importante consultarlo con un especialista lo antes posible.

Diagnóstico y opciones de tratamiento. Confirmar la presencia de cáncer requiere:
- Examen físico detallado y revisión de antecedentes.
- Biopsia de la zona afectada, análisis determinante.
- En algunos casos, imágenes como tomografías o resonancias para evaluar la extensión.
Las opciones de tratamiento varían según el estadio:
- Cirugía conservadora, como escisión local o penectomía parcial.
- Radioterapia y quimioterapia, ya sea sola o como complemento post‑quirúrgico.
- En casos avanzados, puede ser necesaria la penectomía total y extirpación de ganglios.
Prevención: lecciones clave Aquí algunas medidas que pueden disminuir el riesgo:
- Vacunación contra el VPH, recomendada para jóvenes y que reduce la probabilidad de desarrollar cáncer asociado.
- Mantener una buena higiene íntima, especialmente si no existe circuncisión.
- Evitar el tabaco y promover la salud en general.
- Realizar autoexploraciones regulares, detectando cualquier cambio de forma temprana.
¿Podríamos estar compartiendo el planeta con otras civilizaciones?
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