Lo que parecía un gesto familiar terminó en tragedia. Ana Maria de Jesus, de 52 años, y su hija Larissa de Jesus Castilho, de 21, fallecieron tras consumir un pastel de cumpleaños que les fue entregado por un pariente en su domicilio, en el barrio Ipiranga, al sur de la ciudad de São Paulo, Brasil.
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El caso, que ha conmocionado a Brasil, es investigado como doble homicidio y tentativa de homicidio por envenenamiento, según confirmó la Policía Civil. Las autoridades sospechan que el pastel contenía una sustancia tóxica, posiblemente insecticida, aunque los resultados toxicológicos aún están pendientes.
La tragedia comenzó el 8 de junio, cuando Ana Maria presentó convulsiones tras ingerir el pastel y fue hospitalizada. Larissa, quien también había comido del postre, fue hallada sin vida al día siguiente. Ana Maria falleció semanas después, el 29 de julio. Una adolescente de 16 años también probó el pastel y sobrevivió, aunque presentó síntomas de intoxicación.
Según medios locales, el familiar que entregó el pastel mantenía una deuda económica con la familia, lo que ha abierto una línea de investigación sobre un posible móvil financiero. Sin embargo, esta hipótesis no ha sido confirmada oficialmente. El Departamento de Homicidios y Protección a la Persona (DHPP) continúa con las diligencias, mientras el país sigue atento al desarrollo de este doloroso caso.
➡️ Mãe e filha morrem após comerem pedaço de bolo envenenado em SP
— Metrópoles (@Metropoles) October 11, 2025
O bolo foi distribuído em festa da família, onde ninguém mais se envenenou. As vítimas receberam o pedaço em casa
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