Con el regreso a clases llega la compra de útiles, uniformes, mochilas... ¡y también una excelente oportunidad para enseñar a los hijos algo que no viene en los libros de texto, pero que es fundamental para la vida: educación financiera!
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¿Qué es la mesada y cómo aplicarla?
Una forma sencilla, pero poderosa, de comenzar es a través de la mesada, ese dinero que muchos padres entregan semanal o mensualmente a sus hijos. Pero no se trata solo de dar dinero por darlo; bien utilizada, la mesada puede convertirse en una herramienta educativa clave para que los niños y adolescentes aprendan a manejar su dinero con responsabilidad, criterio y propósito.
¿Por qué es importante enseñarles a manejar el dinero desde pequeños?
Muchos adultos reconocen que nadie les enseñó a administrar su dinero. De hecho, según el Banco Mundial, en México la mayoría de las personas aprendieron sobre finanzas por su cuenta o gracias a sus padres. Solo una minoría recibió educación formal sobre el tema.
Por eso, si como padre o madre quieres que tus hijos tengan una mejor relación con el dinero que la que tú tuviste, la educación financiera debe empezar en casa, desde temprana edad, y adaptarse conforme tus hijos crecen. La mesada puede ser el punto de partida perfecto.
Etapas para dar mesada según la edad
1. Niños de Primaria (6 a 11 años): Lo básico del dinero.
A esta edad, los niños están aprendiendo sobre números, cantidades y consecuencias. Puedes empezar con una pequeña cantidad diaria o semanal (por ejemplo, 10 pesos al día o 50 pesos a la semana).
¿Qué se busca enseñar?
- Que el dinero es limitado.
- Que pueden tomar decisiones sobre cómo usarlo.
- Que ahorrar permite alcanzar metas más grandes.
¿Cómo aplicar la mesada? Una forma visual y didáctica es dividir su dinero en tres frascos o alcancías:
- GASTO (50%): para comprar lo que quieran, como dulces o juguetes pequeños.
- AHORRO (40%): para metas más grandes, como un juguete caro o un paseo.
- DONATIVO (10%): para enseñarles solidaridad, como donar a una causa o regalar algo a alguien que lo necesite.
2. Adolescentes de Secundaria (12 a 15 años): El arte de planear. Aquí el enfoque ya no es solo gastar o ahorrar, sino aprender a administrar. Puedes aumentar el monto y entregarlo semanal o quincenalmente, por ejemplo, 200 pesos semanales.
¿Qué se busca enseñar?
- Planificar el uso del dinero.
- Diferenciar entre deseos y necesidades.
- Aprender de errores financieros (si gastan todo, no hay reposición).
Consejo práctico: Permíteles equivocarse. Si gastan todo el dinero el primer día, no los rescates de inmediato. Esa sensación de quedarse sin dinero les ayudará a valorar más su mesada y pensar mejor sus decisiones en el futuro.
3. Jóvenes de Preparatoria (16 a 18 años): Autonomía financiera A esta edad ya se preparan para la vida adulta, así que puedes darles una mesada mensual que les permita cubrir ciertos gastos escolares o personales. También puedes incluir actividades para ganar dinero extra (como ayudar en casa o trabajos ocasionales).
¿Qué se busca enseñar?
- Elaborar un presupuesto mensual.
- Establecer metas financieras a corto y largo plazo.
- Tomar decisiones más maduras respecto al dinero.
Consejo práctico: Motívalos a usar apps de control de gastos, crear presupuestos y planear ahorros para proyectos más ambiciosos, como un viaje, una computadora o ropa especial.
Claves para que la mesada funcione como herramienta educativa
- Sé constante: Entrega la mesada en el mismo día y frecuencia. Esto genera hábitos y planificación.
- No la uses como castigo o premio: La mesada no debe depender del comportamiento o las calificaciones, ya que no es un soborno, sino una herramienta de aprendizaje.
- Enséñales a dividir el dinero: Puedes usar la regla 50/40/10 (Gastos, Ahorro, Donación), como se explicó antes.
- Habla de dinero sin miedo: Aprovecha cada oportunidad para conversar sobre cómo tomar decisiones financieras, cómo funcionan los bancos, qué es una tarjeta de crédito, etc.
- Motívalos a fijarse metas: Así el ahorro tiene un propósito concreto y motivador.
Beneficios a largo plazo. Usar la mesada como un instrumento de educación financiera no solo enseña a tus hijos a manejar el dinero, sino que también les ayuda a:
- Tomar decisiones responsables.
- Ser más conscientes del valor de las cosas.
- Desarrollar disciplina y paciencia.
- Estar mejor preparados para la vida adulta.
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