Un reciente estudio publicado en Frontiers in Psychology encuestó a más de 1,000 estudiantes de origen canadienses para poder conocer sus hábitos de sueño, así como la frecuencia de pesadillas y la relación con sus dietas.
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El resultado arrojó que la tendencia al consumo de productos lácteos, como leche, queso, helado y yogur, todos ellos fueron asociados con un mayor índice de riesgo de pesadillas. Alrededor del 33 % de estudiantes confirmó tener sueños perturbadores con regularidad, y un 40 % admitió que cenar tarde o consumir ciertos alimentos empeora su descanso.
¿Por qué ha ciertos alimentos que alteran el sueño?
Según los expertos de la UNAM han mostrado que la ingesta de comidas abundantes, con un alto contenido en azúcares y grasas como la comida rápida, llámese pizzas, hamburguesas y tacos, entre otros ,pueden provocar pesadillas. Este tipo de comidas, por su difícil de digestión estimula a los neurotransmisores que son quienes intensifican la fase de sueño activo, lo que podría generar sueños más perturbadores.
¿Qué recomendaciones dan los expertos para mejorar el sueño?
Basado en estos hallazgos, conviene evitar cenas muy pesadas o ricas en azúcares y grasas, asimismo la ingesta que se haga de alimentos deberá ser por lo menos dos horas antes de dormir, especialmente si incluyen:
• Consumo de lácteos enteros.
• Consumir platillos abundantes o muy condimentados.
• Consumo de comidas grasosas o azucaradas.
Optar por cenas más ligeras y con tiempo de digestión previa puede favorecer un sueño más sereno y reparador.
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